El bizcocho que más vamos a usar para que sea la base de nuestras tartas decoradas con fondant es el Madeira Sponge Cake.
Es un bizcocho que aguanta muy bien el peso de la decoración con fondant y es muy consistete. Se torna muy bien, cuando necesitemos darle forma.
La pega es que hay que mojarlo mucho con almibar para que no resulte excesivamente seco.
Ingredientes para un bizcocho de 18 cm de diámetro y una altura de 9 cm (Ver consejo al final)
250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente, 250 g de azúcar, 250 g de harina, 1 sobre de levadura, 1 pizca de sal, 1 cucharadita de aroma de vainilla y 5 huevos.
Elaboración:
Batimos la mantequilla con el azúcar con unas varillas a velocidad media, durante unos 10 minutos. (thermomix vel.4)
Tamizamos la harina junto con la levadura y la sal. Reservamos.
Cuando la mantequilla y el azúcar hayan doblado su volumen y estén blanquecinos en esa misma velocidad vamos añadiendo los huevos de 1 en 1, hasta que no esté integrado uno, no echamos el siguiente.
Incorporamos la harina a la misma vez que se va batiendo, a cucharadas, hasta que este todo integrado.
Se puede añadir nueces, avellanas, rayadaura de naranja, pepitas de chocolate, licor de café, canela, etc..
Ponemos la masa en molde/es que previamente habremos untado con mantequilla y espolvoreado con harina o algo mas practico, con spray desmoldante.
Metemos al horno precalentado a 170º durante 15 minutos, si los horneas individualmente.
CONSEJO: lo mas sencillo es hornear los bizcochos en moldes. Es decir en vez de hacer un bizcocho grande y luego cortarlo en tres partes, yo lo que acostumbro a hacer es dividir la masa en tres y ponerla en 3 moldes, asi todos me salen perfectos y de la misma altura.
Una vez que pinchemos los bizcochos, y la aguja salga seca, los sacamos del horno y los dejamos enfriar unos minutos para después desmoldarlos y que continúen enfriándose sobre una rejilla.
Ya los tenemos listos para mojarlos y ponerles el relleno.